En 1995 la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en conmemoración de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación el 17 de junio de 1994.
La desertificación afecta a más de 110 países y cada año se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva.
La Asamblea General de Naciones Unidas invita a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas a que dedicaran el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía a sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de cooperar en el plano internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía y de aplicar la Convención de Lucha contra la Desertificación